2 Octubre 2017
Últimamente nos invitan a muchas ferias de libros… parece que cada vez hay más ferias, en más colegios, en más regiones, en espacios de lo más variados, y es algo que aplaudimos y que nos encanta. Pero, para bien y para mal, en Ediciones Ekaré Sur somos un equipo reducido y casi nunca podemos corresponder a estas amables invitaciones porque tenemos que quedarnos en casa, atendiendo la librería y, sobre todo, haciendo libros. Nuestros títulos entonces viajan a esas nuevas y viejas ferias con colaboradores y libreros que conocen nuestro catálogo y en los que confiamos porque saben que vender libros no es como vender zapatos.
Sin embargo, dos veces al año hacemos una excepción a esta regla: octubre es el mes de la Primavera del Libro, la feria de los editores, y en diciembre nos trasladamos a la Furia del Libro. Son las únicas ferias a las que vamos con stand y en las que tiramos la casa por la ventana.
Igual que muchas de la 112 editoriales independientes que participan en este encuentro anual (que ya va por su sexta edición y que organiza con mucho esfuerzo, mucho cariño, mucha imaginación y poca plata la Asociación de Editores Independientes de Chile), en Ekaré Sur nos preparamos para él con mucha antelación. Y, como siempre y a pesar de la antelación, estos últimos días previos a la inauguración vamos de cabeza, corriendo para sacar de imprenta las novedades, para terminar los flyers, los marcalibros y las sorpresas de regalo, para tener a punto la actividad, para ver quién hace turno en el stand cuando juegue Chile el jueves, para sacar las boletas en el SII, para hacer caber las decoraciones y cajas en el auto, para que ojalá no se nos olvide nada…
Este año estamos felices porque les podremos mostrar el Pequeñísimo Teatro de Papel, un kamishibai tamaño carta para que los niños dibujen sus propios cuentos, y en el que veníamos trabajando hacía mucho tiempo. También estrenamos un nuevo cuento en láminas de kamishibai que ha quedado hermoso: Ayilén y la Luna, escrito por Alejandra Falabella e ilustrado por Raquel Echenique. Celebraremos las Medallas Colibrí de IBBY Chile para Diez pájaros en mi ventana y para la Colección Arte para Niños. Y, además, llegamos a tiempo para tener las reimpresiones de las láminas de Conejo y sombrero, la Serie Sapo rediseñada y Al sur de la Alameda, que viene con un fanzine de regalo.
Además, organizamos una actividad en torno a uno de nuestros libros más queridos: Las aventuras del Hombre Pájaro. La actriz Blanca Lewin, que ya ha colaborado con Ekaré Sur en otros cuentacuentos, narrará la historia del pobre y extraviado Papageno en busca de su bosque; y los cantantes Gustavo Morales (tenor) y Valeria Severino (soprano) interpretarán varias arias acompañados por la pianista Bárbara Pavez. Ópera para niños y también para grandes que tendrá lugar el lunes 9 de octubre, a las 13 horas en el Escenario Principal.
Pero hay otras muchas razones para participar, visitar y disfrutar la Primavera.
Estas son algunas de las nuestras:
Porque es breve
La Primavera dura 5 días, del 5 al 9 de octubre. ¡Perfecto (cuatro días incluso sería mejor)! Las ferias que duran tres semanas son algo insostenible para una editorial pequeña como nosotros. Pagar un stand millonario, coordinar varios y extenuantes turnos, dejar abandonada la oficina durante 18 días… no hay flujo de caja que alcance, ni cuerpo que lo resista.
Porque es gratuita
Si como público hay que pagar una entrada (o 3 o 4, si vas en familia), un estacionamiento caro y algo para beber o comer, apenas queda dinero para comprar libros. La Primavera, además de tener entrada liberada, ofrece muchos descuentos.
Porque es al aire libre
¡Qué mejor que un parque para ir a descubrir libros! Está bien que ferias profesionales, como Bolonia y Frankfurt, tengan lugar en esos claustrofóbicos e insanos recintos cerrados, para que los editores que van vendiendo y comprando derechos, que es a lo que se va, no se distraigan.
Pero las ferias con público, con ciudadanos de a pie, necesitan entornos más amables, y eso lo han entendido muy bien en la Fiesta del Libro de Medellín, que se realiza en el exuberante Jardín Botánico de la ciudad. El Parque Bustamante, donde transcurre la Primavera, tiene pasto, árboles, zona de picnic, food trucks… Vale. A veces entra mucho polvo, a veces hace mucho frío o mucho calor, a veces el ruido del escenario es infernal, pero qué rico es estar al aire libre en plena primavera.
Porque no es una feria de saldos
Algunos creen que las ferias de libros sirven para sacarse de encima todo aquello que está cogiendo polvo en la bodega. En la Primavera, por el contrario, los editores quieren mostrarnos lo mejor que han hecho en el año, sus libros más queridos y cuidados; no los saldos.
Porque atienden sus propios dueños
En cada stand de la Primavera podrás encontrarte a la gente que hace los libros: aquellos que los piensan, los que buscan e invitan a autores e ilustradores, los que van a la imprenta, los que cargan las cajas, los que están al pie del cañón durante todo el proceso. Son los que mejor conocen esos libros y los que mejor pueden contártelos, a ver cuál te conquista.
Porque propicia los encuentros
Su tamaño, ni tan chica ni tan grande, a una escala amable, favorece los encuentros interesantes. Gente que trabaja en el mundo del libro, autores, ilustradores, pero sobre todo los editores podemos encontrarnos con nuestros lectores: familias, niños, adultos, todos ellos para los que trabajamos.
Porque hay un pasillo de literatura infantil
Nos gusta estar juntos y revueltos. Las editoriales infantiles que participan este año, estaremos todas en un pasillo. Así podremos ver las novedades de Grafito y el esperado libro de Joo Hee Yoon que publica Saposcat-Hueders; enterarnos qué ilustrador ha fichado Gata Gorda, o suspirar por todo lo que nos hubiera gustado hacer a nosotros un libro como Nosotros, de Paloma Valdivia, editado por Amanuta.
Porque este año decretaron Happy Hour
Una hora entera en la que habrá libros 2×1. De las 18 a las 19 horas.
Porque nos gustan los libros diferentes
A una feria uno va a descubrir cosas nuevas. Para ir a ver los mismos libros que están en todas partes, prefiero pasar a saludar a Pancho Mouat en la Librería Lolita, que siempre me recomienda lo que quiero leer y aún no me he enterado.
Pero en la Primavera uno siempre se topa con sorpresas. Son libros distintos, los unos de los otros y en relación a lo que puedes encontrar normalmente en las librerías.
Porque es una feria con mucho futuro
Este año hay varias novedades: viene el editor mexicano Alejandro Cruz, habrá mucha música (cada día se cerrará con un concierto), está el Round de Ilustradores (en el que se enfrentarán Sol Díaz, Supnem y Malaimagen), y también un espacio donde se mostrará el proceso de producción del libro. Pero falta más, hay muchas cosas que echo de menos en la Primavera y que de seguro los propios organizadores saben que pueden mejorarse: eventos más variados; incluir a más invitados internacionales; una curaduría más sólida en la programación cultural, que realmente admire y sorprenda al público.
La Primavera es para muchos la feria que debería, en Chile, tomar la batuta y convertirse en el encuentro anual más importante del libro. Para eso hay un largo camino que, obvio, tiene que ver con el dinero. Pero también con soñar y proyectar, con buscar asesoría, con replicar cosas que se están haciendo en otros lugares. Y también con quitarnos el miedo a vernos reflejados (y comparados) en otras producciones editoriales independientes de Latinoamérica. Los libros no tienen fronteras y la denominación de origen ojalá los conduzca a ser universales en vez de constreñirlos. Hay muchas editoriales independientes en el continente que podrían tener su lugar en la Primavera: ganaríamos si nos visitaran Babel y Tragaluz, de Colombia; Eterna Cadencia, de Argentina; Tumbona, de México; El Cuervo, de Bolivia, por nombrar sólo algunas en las que publican autores chilenos… tantas editoriales independientes con las que compartimos tantas cosas y con las que sería bueno colaborar y compartir ideas. Y más allá de nosotros los editores, creo que esa apertura la agradecerían sobre todo nuestros lectores. A ellos nos debemos.
Tal vez todo eso llegue en un futuro cercano…
Por ahora: ¡Vengan a visitarnos! Estaremos esperándolos en el Parque Bustamante, desde el jueves 5 hasta el lunes 9.
Claudia Larraguibel
Ekaré Sur