Una historia futbolera e inspiradora, un álbum para los más chiquititos, un elefante que busca un mejor amigo y un cuento sobre un rey muy especial, llegan a renovar nuestro catálogo con propuestas que prometen conquistar a muchos lectores.
En el barrio no se había visto fútbol como el de Madani. Desde que llegó, los partidos de los sábados son mucho mejores y los amagos y goles del nuevo jugador se siguen comentando toda la semana. Pero su mejor jugada está aún por llegar.
Al fin tenemos en Chile un libro que esperábamos con ansias: “La mejor jugada de Madani”, una emocionante historia –escrita por Fran Pintadera e ilustrada por Raquel Catalina– en la que ganan la determinación y el cariño.
Para los más pequeños, otro imperdible: “Mucho mucho”, un libro ideal para leer en voz alta, ilustrado por la gran Helen Oxenbury, la misma que dio vida a los inolvidables protagonistas de “Vamos a cazar un oso” y “Hora de soñar”.
Mamá y el pequeño miran por la ventana cuando llaman a la puerta… ¡Ding dong! ¿Quién será? Uno tras otro, llegan los tíos, el primo, la abuela… Todos quieren jugar con el pequeño, porque todos lo quieren ¡mucho mucho!
Un libro que celebra el afecto de los distintos miembros de la familia y que ha sido destacado por importantes medios internacionales: The Guardian lo incluyó entre “Los mejores libros culturalmente diversos para niños” y The Times lo calificó como “un libro para saborear”.
El tercer recién llegado también nos encanta: “¡Qué animales!”. Tomás Trompa va a un nuevo colegio, pero sus compañeros le parecen demasiado extraños. Algunos tienen escamas, otros son peludos… ¡incluso hay uno que es verde! Tomás solo quiere encontrar a alguien que se parezca a él.
Una historia escrita e ilustrada por Nicholas Allan, sobre la emoción de encontrar –cuando menos te lo esperas– a un mejor amigo.
Y, por último, “El rey Cerdo”, un álbum de gran formato que combina una importante pregunta filosófica con un humor destemplado. Érase una vez un rey al que le encantaba comer cerdo. Todas las mañanas iba a la Pocilga Real a escoger personalmente su cena. Mientras tanto, en el mismo chiquero, un pequeño cerdito se rebelaba a su destino: “¿Para qué vivimos, si terminamos servidos en la mesa?”.
El suplemento El Cultural, del diario El Mundo de España, lo incluyó entre sus destacados infantiles y juveniles, y Cecilia Frías escribió: “Las ilustraciones de Emilio Urberuaga retratan tanto la ridiculez de este rey prisionero de la gula como la dignidad del marrano, que no se resigna a cebarse para morir como un banquete regio. Un álbum de sorprendente final que divierte a la par que nos cuestiona sobre el sentido de la vida”.
