El mejor amigo de Ignacio es su abuelo. «Un pasito… y otro pasito», le enseña a su nieto a caminar, a construir torres con bloques de madera y a contar historias. Cuando el abuelo vuelve de una larga enfermedad, no es el mismo de antes: no se mueve ni reconoce a su familia. Nadie cree que mejore, pero Ignacio le enseñará a vivir nuevamente, un pasito… y otro pasito…