Un conejo blanco, blanco, ha quedado prendado de una niña negra, negra, y quiere ponerse bonito y oscuro como ella. Cada vez que la ve, le pregunta: “Niña bonita, niña bonita, ¿cuál es tu secreto para ser tan negrita?”. Después de muchos experimentos y desilusiones, el conejo descubre el secreto.
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“Es tan difícil saber qué tiene un personaje para ser capaz de llegar al corazón de la gente… Muchas veces se me acercaron niñas para decirme: ‘Yo soy la niña bonita’. Y no solo niñas, también mujeres adultas y niños que decían: ‘Yo soy niño, pero soy el niño bonito’. Supongo que hay algo misterioso en este poder de los personajes”.
Ana María Machado
Escritora