«Comenzaron a enseñarse palabras el uno al otro. Ella se tocaba la cabeza y hacía el mismo sonido, una y otra vez, hasta que el cazador lo aprendía de memoria…».
«Indudablemente el mejor en muchos años, una historia atemporal y universal». —The New York Times
«Un cuento incisivamente hermoso para jóvenes o mayores, seguramente destinado a la inmortalidad». —New York Herald Tribune Book Week