Había una vez una niña que jugaba en un jardín. El Viento y el Sol la miraban desde el cielo, y tuvieron también muchas ganas de jugar. El Viento le dijo al Sol: «¡Vamos a ver cuál de los dos logra quitarle la capa a la niña!» Así que el viento comenzó a soplar fuerte, muy fuerte.