«Cuando el reloj marca la una, los esqueletos salen de la tumba…». Hora tras hora va creciendo el alboroto en el cementerio hasta que el reloj vuelve a marcar la una y los esqueletos vuelan a la luna. Las ocurrentes ilustraciones de Carlos Cotte hacen de este libro una fiesta visual y una genial manera de aprender a contar y a cantar la hora.